Volt, o cómo ponerle el turbo al proyecto comunitario

Una simpatizante de Volt, en una manifestación en Alemania.

Querían crear una nueva generación de europeos y aquí los tienen. A diferencia del resto de familias políticas, Volt es el primer partido que nace con un gen 100% paneuropeo. Fundado hace dos años por un italiano, una francesa y un alemán de entre veinte y treinta años de edad, han logrado presentarse a las elecciones europeas en ocho Estados miembros, España incluida. Si hay algo inédito en la forma de hacer política de Volt es que todos sus representantes a lo largo y ancho del continente hacen campaña con el mismo mensaje, las mismas propuestas y los mismos objetivos. Es una revolución.

Rafael Guillermo LÓPEZ JUÁREZ

Volt tiene el mérito de haber articulado, a pesar de sus escasos medios materiales, una posición coherente en toda la UE. Se consideran «liberales y progresistas», pero ante todo son concretos: para ellos el centro es el «programa, programa, programa» y no soportan que haya políticos que se atrevan a presentarse a las elecciones sin una propuesta bien definida.

Lo más preocupante no es, explicaba Julio Guinea Bonillo, profesor universitario y número cuatro por España, que los ciudadanos no entiendan la UE, sino que nadie se la explique. En su opinión, resulta frustrante ver debates entre los distintos candidatos españoles sin que verdaderamente se hable de Europa: «solo sacan a colación temas nacionales que no proceden».

Se consideran pragmáticos, no idealistas: ciertos asuntos, advierten, sencillamente se resuelven mejor a nivel europeo.

Aunque el objetivo de Volt Europa es alcanzar  veinticinco eurodiputados, son conscientes de que la ausencia de listas transnacionales juega en su contra. Son los gajes de ser una opción inédita y paneuropea, pero «no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo», se dicen sin perder el ánimo, citando a Victor Hugo.

UN PROGRAMA FRESCO

Volt plantea en su programa avanzar en distintos frentes: buscan fortalecer la unión económica y monetaria, mejorar la democracia europea y  armonizar la legislación relativa al derecho de asilo. Se consideran pragmáticos, no idealistas: todos estos asuntos, advierten, sencillamente se resuelven mejor a nivel europeo.

En cuanto a la reforma política, Volt Europa defiende, como otros partidos, que el presidente de la Comisión sea elegido por sufragio universal y que el Parlamento Europeo disponga de iniciativa legislativa, una competencia que actualmente corresponde exclusivamente a la Comisión Europea. Además, apoyan el fin de la unanimidad en el Consejo.

La formación cuenta con unos 15.000 miembros y se presenta en ocho países europeos.

El partido paneuropeo también es favorable a una mayor solidaridad en la gestión de los flujos migratorios y propone que se concluya de una vez la reforma del Convenio de Dublín. Por otra parte, abogan por una economía más verde y por una mayor protección de los trabajadores, con especial énfasis en aquellos que se ven afectados por la revolución tecnológica. Como jóvenes, especial atención le prestan a la educación y a la investigación y solicitan que se eliminen las barreras que impiden una mayor movilidad laboral y académica.

UNA NUEVA GENERACIÓN

Todo comenzó con el Brexit. El 29 de marzo de 2017, día en que el Reino Unido activó el artículo 50, Andrea Vezon, Colombe Cahen-Salvador y Damian Boeselager decidieron unir fuerzas y construir un movimiento político que defendiese Europa pero abogase al mismo tiempo por una reforma profunda de sus instituciones.

Dos años más tarde, ya se cuentan unos 15.000 miembros y se presentan en ocho países europeos. En España se calculan unos quinientos afiliados, una cifra que, sin embargo, aseguran, no para de crecer. Bruno Sánchez-Andrade Nuño es el cabeza de lista por España, seguido de Ana Costa Rosado, José María Larrea Pérez-Lobo y Julio Guinea Bonillo.

Volt Europa es una experiencia inédita en los sesenta y dos años que llevamos de unidad europea.

La mayoría de sus miembros son voluntarios, el 70% nunca ha estado en política antes y hasta ahora el partido se ha alimentado de fondos participativos. Su programa común, conocido como Declaración de Ámsterdam, que invitamos a leer, surgió fruto del debate democrático de todas las delegaciones que conforman el partido. Son alérgicos «a los nacionalismos y a los populismos» y su implantación en buena parte del territorio europeo les permite tener un contacto directo con las distintas realidades de la UE. No es, sin embargo, un programa cerrado, pues siempre están abiertos a nuevas aportaciones que mejoren sus propuestas.

Volt Europa supone una experiencia inédita en los sesenta y dos años que llevamos de unidad europea y surge de la necesidad de hechos concretos que tiene la nueva generación, harta de promesas incumplidas. No hay tiempo, se dicen, Europa no puede esperar que los políticos reaccionen. Además, ¿para qué esperar a que otros te hagan el trabajo cuando puedes hacerlo tú mismo? Su determinación merece nuestro reconocimiento. Mucha suerte en esta aventura política que apenas comienza.