Ni nacionalistas ni conservadores, en Europa nos hacen falta visionarios. En este segundo artículo, explicamos cómo la propuesta presentada por la Comisión carece de ambición y cómo, lejos de mejorar la eficiencia del sistema, dará pábulo a los que quieren pulverizar la Unión.
Seguridad
Siempre que se habla de presupuestos a alguno le viene la parálisis facial, otros entran en crisis y la mayoría bosteza. Sí, en efecto hablar de política presupuestaria no es divertido, pero la Comisión presentó a principios de mayo su propuesta para el periodo 2020-2027 y vale la pena analizarla porque se trata del primer movimiento de una sinfonía bélica que compondrán todos los Estados miembros en Bruselas para decidir en qué se gastarán nuestro dinero durante los próximo siete años.
La igualdad de oportunidades, base del contrato social de nuestras democracias, se vuelve cada vez más un espejismo. Mientras tanto, la desigualdad mundial llega a límites ingestionables para cualquier democracia.
A principios de abril, en el teatro Déjazet de París, al lado de la Plaza de la República en París, se reunió más de un millar de personas para hablar de terrorismo y de defensa. En LA MIRADA EUROPEA nos hacemos eco de algunos testimonios dignos de mención.
