El Centro de Estudios Europeos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha decidido apostar por el desarrollo de un debate público sobre la Unión Europea, su reforma y los desafíos que afronta. En el marco de las Consultas Ciudadanas, organizadas por la Secretaría de Estado para la Unión Europea, perteneciente al Ministerio de Asuntos Exteriores, los alumnos de la universidad madrileña pudieron asistir a una jornada de reflexión el pasado 18 de junio, en la que participó Rafael Guillermo López Juárez, fundador de LA MIRADA EUROPEA, junto con otros representantes de la Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid, de PanEuropa Juventud, del partido VOLT y de la Red de Estudiantes Erasmus de España.
De mayo a octubre de 2018 se está desarrollando una iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, conocida como Consultas ciudadanas. Su objetivo es iniciar un diálogo abierto, público y transparente que permita a los ciudadanos expresar su opinión y formular propuestas sobre el futuro de la UE. Como parte de esta iniciativa, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid organizó una jornada de reflexión «para incentivar el debate público en la universidad española en torno a la UE», tal y como lo expresó Julio Guinea Bonillo, profesor de Historia de la Integración Europea de la URJC y organizador de la jornada.

Abrió el acto José Ramón Monrobel, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la URJC, para dar paso a la ponencia de Rogelio Pérez Bustamante, catedrático Jean Monnet ad personam y director del Centro de Estudios europeos de la citada universidad, que realizó un repaso pormenorizado de la historia de la integración europea. Explicó que con el Brexit, en sí algo previsible pues el Reino Unido desde su ingreso solo había buscado acceder al mercado único, sin interés por la unión política, permitía que se abriese el melón de la reforma de la UE. Si el euro ha facilitado desde su introducción el control de la inflación y la promoción del comercio, debe reformarse para disminuir los desequilibrios que su deficiente configuración ha generado. En este sentido, afirmó Pérez Bustamante, sería conveniente escuchar las voces que desde Francia hablan de una refundación, por medio de la creación de un ministro de economía y de un presupuesto europeo, aunque a estos elementos han de unirse otros como la cuestión de las fronteras exteriores, la creación de empleo de calidad o el desarrollo de un mercado único digital.
LA MIRADA EUROPA, fiel a su estilo, intentó aportar un enfoque provocador. Rafael Guillermo López Juárez explicó con datos cómo quizá el mayor problema político al que se enfrenta la Unión desde un punto de vista institucional sea la falta de oposición política dentro del sistema. El hecho, anómalo, de que el partido ganador en Europa no pueda alcanzar una mayoría parlamentaria suficiente que le permita gobernar en solitario o con sus socios naturales, está provocando un ahogamiento insostenible del juego político. La razón es que para que Europa sea gobernable se ha venido uniendo en Gran Coalición al segundo partido más votado, de signo contrario, llamado a ser en realidad líder de la oposición, pues es el adversario natural del primero. Y así desaparece, en nombre del consenso, el sano derecho a disentir dentro de un sistema político, lo que crea dinámicas perniciosas poco tolerantes con la divergencia. De este modo, continuó, al no poder aplicarse el «principio de oposición» dentro del sistema, se fomenta la «oposición por principio», es decir, la oposición al sistema mismo, que en la UE se conoce como eurofobia. Defendía por ello López Juárez que recuperar el saludable ejercicio de la confrontación de ideas dentro del sistema se ha vuelto vital para garantizar la supervivencia del propio sistema europeo. Ser europeísta, concluía, no debería significar estar obligatoriamente a favor de las políticas actuales de la UE: se puede ser europeísta conservador, pero también liberal, socialdemócrata, izquierdista, ecologista, etc. Todos unidos en la defensa en sí de Europa pero listos para confrontar proyectos de mejora.

Por su parte, Oliver Soto, presidente de la Unión de Europeístas y Federalistas de Madrid, enseñó a los presentes que la UE, sin ser un Estado, constituye un sistema político ya que toma decisiones tomadas colectivamente que nos afectan como sociedad. Nuestras instituciones comunes, anotó, son el resultado de nuestros valores comunes; y estamos más unidos de lo que creemos, como bien demuestra el Brexit, un evento al cual respondemos con una única voz. Sin embargo, denunció el abuso de la ley electoral actual, que consideró injusta, porque permitió que en las últimas elecciones europeas de 2014 el segundo partido más votado, es decir, el Partido Popular, obtuviese el mayor número de escaños, relegando al partido más votado en Europa, esto es, al Partido Socialista, a la segunda plaza. Abogó también por la construcción de una o varias oposiciones europeístas al actual estado de las cosas, sumándose así a la propuesta de LA MIRADA EUROPEA. Por último, añadió que el grado de convergencia económica era todavía escandalosamente bajo y que urgía avanzar hacia un sistema que permitiese volver efectiva a escala europea la rendición de cuentas y la asunción de responsabilidades por parte de los políticos ante los electores.
«Abogo por un cambio de ley electoral europea que permita que el partido más votado obtenga el mayor número de escaños en el Parlamento Europeo, porque actualmente no es necesariamente así, dada la complejidad del sistema» (Oliver Soto)
Otra ponencia interesante fue la de Carlos Uriarte, presidente de PanEuropa Juventud, quien habló –contra la opinión de Jünger Habermas– de patriotismo europeo y afirmó que deberíamos ser optimistas pues ni siquiera los británicos piensan ya que salir de la UE sea una buena idea. Defendió que nuestra Unión representa un modelo alternativo a la Rusia de Putin o a la Turquía de Erdoğan y afirmó que existen elementos que nos definen, como nuestro modelo de Estado basado en el Bienestar o nuestra defensa del multilateralismo en las políticas comerciales. Por último, defendió que la UE sí es democrática pues los representantes de sus instituciones –del Consejo Europeo, del Consejo de Ministros, de la Comisión y del Parlamento Europeo– son elegidos democráticamente, «indirecta o directamente». Ahora bien, reconoció también que existe un déficit claro de participación que dificulta la legitimidad de la toma de decisiones y explicó que habría que avanzar por esa vía.

Con una posición militante, José María Larrea, presidente de VOLT España, el primer partido paneuropeo de la historia, tanto en objetivos como en estructura interna, explicó que VOLT ya ha logrado sumar cinco mil miembros y que su intención era construir una Europa más potente mediante el traspaso de competencias de instancias nacionales a europeas, pues «Europa puede y debe hacer más, pero necesita los recursos para ello».
«Existen elementos que nos definen, como nuestro modelo de Estado basado en el Bienestar o nuestra defensa del multilateralismo en las políticas comerciales» (Carlos Uriarte)
Por último, Carlos Poza, representante de la oficina española de la Red de Estudiantes Erasmus (International Exchange Erasmus Student Network, en inglés), recordó la importancia del programa Erasmus+ en la identificación de los ciudadanos con el proyecto europeo. «Precisamente por ello la Comisión ha propuesto doblar el presupuesto destinado al programa en su boceto del próximo Presupuesto Plurianual», sostuvo. Presentó también el nuevo manifiesto de la organización, #ErasmusUpgrade.
Las propuestas de la jornada fueron transmitidas a la Secretaría de Estado para que su traslado al Consejo Europeo de diciembre de 2018. Nada habría sido posible sin el trabajo de Rogelio Pérez Bustamante y de Julio Guinea Bonillo, que organizaron el evento y nos invitaron a participar en el debate. Muchas gracias a ambos por este tipo de iniciativas. Así se construye Europa.