Europa no es solo derecha o izquierda, progresismo o conservadurismo. La globalización y los avances tecnológicos, así como la emergencia de nuevos actores mundiales, nos obligan a tomar nuevos posicionamientos en este mundo en constante movimiento. Abordamos ahora los otros dos ejes de fractura política que marcarán el debate electoral europeo.

«Siento que, más allá de la creación de una maquinaria internacional, lo importante es crear un ideal de paz en torno al reconocimiento de ciertos derechos democráticos fundamentales. Los europeos merecen que se les dé esperanza, no sin cierto nivel de fe y de idealismo». Seán MacBride (1948)

En el Índice de Percepción de la Corrupción 2017 de Transparencia Internacional, Europa del Este fue una de las regiones mundiales peor paradas, con una puntuación promedio comparable a la de Asia Central. Es muy fácil ver por qué: Bielorrusia, Serbia y Ucrania, pero también Estados miembros de la UE como Rumanía, Bulgaria y Croacia, son países en los que los niveles de percepción de la corrupción son muy altos. En este contexto, solo la Fiscalía Europea puede aportar una solución duradera.

Los problemas dentro y fuera de Europa continúan acumulándose. Puesto que nuestros políticos se obstinan en no aportar soluciones al Brexit, a la cuestión migratoria o a la mejora de la unión monetaria, ¿no habría llegado el momento de encerrarlos en una sala hasta que alcanzasen un acuerdo? LA MIRADA EUROPEA tiene el lujo de presentar el análisis de Jorge Valero, periodista económico en EURACTIV y corresponsal en Bruselas para elEconomista.es.